domingo, 1 de mayo de 2022

Elegía a Manuel y María


Autor - JOANGO


Con la mirada abstraída,

y el entrecejo fruncido,

el corazón afligido,

y el alma languidecida, 


despierta sobresaltado,

mientras palpa el frío lecho,

como un puñal en el pecho,

descubre aterrorizado,


el suceso acontecido.

y aunque a creer se resiste,

entiende que ya no existe

su mujer, llora afligido.

 

trastornado y solitario,

sin saber dónde acudir,

pensó que quería morir,

en ese mismo escenario.


Por su pérdida proclama,

su penar y sufrimiento,

y mudo de abatimiento,

no se aparta de la cama.


Manuel, taciturno, calla

por el dolor mortecino,

que ha sellado su destino,

y corta como cizalla.


A nadie quiere conocer,

no sabe quien le rodea;

tanta gente lo marea,

solo cerca de su mujer,


y de su cuerpo dormido,

con la que fundió su vida,

su esposa María querida,

dijo y dejó prometido:


"Antes de un mes consumido,

quien sigue siendo tu esposo,

pide ante el más poderoso,

que todo se haya concluido."



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