En continuo sollozo, se derrama
En contínuo sollozo se derrama,
y en su contrito rostro, fué esparcido,
un torrente, en llanto convertido,
y el temblor provocados por su drama.
Con este taciturno panorama,
teniendo su corazón afligido,
emitió un autojuicio, desmedido,
y a un final muy convulso, se encarama.
Lacerante dolor y sufrimiento,
una angustia profunda en su amargura,
rompen su alma hundida, de abatimiento.
La soledad se unió a su desventura,
dando forma a su último pensamiento,
y se dejó caer desde la altura.
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