miércoles, 3 de agosto de 2022

Fue la ambición, por ella me venciste


Fue la ambición, por ella me venciste,

pero culpo también a mi ceguera,

porque yo te entregué mi vida entera,

y en menos de un año tu la rompiste.


Nunca entendí, por qué tu te vendiste,

pero tal vez, puede que yo quisiera,

que si te di completa mi cartera,

no comprendí por qué también te fuiste.


Vienes a pedirme dos mil perdones,

porque echas de menos a un buen amigo,

pero quieres volver sin condiciones.


Cuando me dominas yo me maldigo,

porque te sigo amando sin razones,

y aunque no debiera, iré contigo.




En una incierta orilla del Pisuerga


En una incierta orilla del Pisuerga,

una rosa blanca dejé plantada,

porque no quise que fuera dañada,

lo que esperaba crecer, se posterga.


Por un gastado amor, que nada alberga,

una relación, recién germinada,

por respeto, yo la dejé aplazada,

en primavera, espero que yerga.


Por cortesía, no la quise encender,

que siendo una flor tan bella y sensible,

comprendí que fuera mejor suspender,


porque el nuevo amor, no será factible,

si aún no he terminado de comprender,

que aquel antiguo amor, es ya imposible.


Cuando estabas prendida de mi brazo



Cuando estabas prendida de mi brazo,

apoyada en mi hombro, la mejilla,

ese olor a canela y manzanilla,

me embriagó de repente con tu abrazo.


Un cálido fluido, como pinchazo,

tan raudo como prende una cerilla,

y que al subir hasta la coronilla,

con el sentí un tremendo picotazo.


Me volví, y al mirarte fui consciente,

del amor tan grande que por ti siento ,

cuando una fugaz llama incandescente,


tan veloz como ráfaga de viento,

prendió en mi corazón concupiscente,

y alcanzó en tu boca, el firmamento.

Besar tu boca mas que un aliciente


Besar tu boca mas que un aliciente,

es la pasión de ofrenda sustantiva,

la dulce miel de un alma que incentiva,

a un corazón que peca de impaciente.


Si rozar tus labios, fue suficiente,

cuando sienta, la calidez furtiva

de tu boca, mi ansia primitiva,

se tornará, adicta y persistente.


Quiero vivir pegado a ese orificio,

para gozar por siempre con este acto,

yo quiero abandonarme en ese vicio,


y si alguna vez pierdo ese contacto,

volver quiero de nuevo, a su inicio,

y así rememorar aquel impacto.

Amar es adictivo como el opio

El amor es adictivo como el opio.

En los primeros meses, insaciable,

durante mucho tiempo, formidable,

mientras siga tan verde como el apio.


Nunca permanece como al principio,

aunque intentes que sea perdurable,

resulta con el tiempo insoportable,

tal si fuera serpiente de Esculapio.


Es egoísta, en esto se sostiene.

Cuando está vivo resulta impetuoso,

es descarado y nada lo detiene.


Es engreído y se siente poderoso,

al creerse que hay otro que conviene,

cada día se vuelve mas odioso.