miércoles, 3 de agosto de 2022

En una incierta orilla del Pisuerga


En una incierta orilla del Pisuerga,

una rosa blanca, dejé plantada.

Porque no quise, que fuera dañada,

lo que esperaba crecer, se posterga.


Por un gastado amor, que nada alberga,

una relación, recién germinada,

por respeto, yo la dejé aplazada,

en primavera, espero que yerga.


Por cortesía, no la quise encender,

que siendo una flor tan bella y sensible,

comprendí que fuera mejor suspender,


porque el nuevo amor, no será factible,

si aún no he terminado de comprender,

que aquel antiguo amor, es ya imposible.


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