miércoles, 3 de agosto de 2022

Fue la ambición, por ella me venciste


Fue la ambición, por ella me vendiste,

pero culpo también, a mi ceguera,

cuando yo te entregué, mi vida entera,

en menos de un año, tu la rompiste.


Nunca entendí, aquello que dijiste,

aunque tal vez, fuese por mi sordera,

que si te di completa mi cartera,

nunca sabré, por qué al final te fuiste.


Vienes a pedirme, dos mil perdones,

porque echas de menos, a un buen amigo,

pero quieres volver sin condiciones.


Cuando me dominas yo me maldigo,

porque te sigo amando sin razones,

y aunque no debiera, iré contigo.




0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio