No reproches el hecho perdonado
Muro granítico, donde se estrellan,
viejas disputas, que a morir resisten,
y creyendo que a la razón asisten,
olvidan el perdón, al que atropellan.
Por lo que ayer riñeron se querellan,
y en lo que porfiaron, de nuevo insisten,
debiendo comprender, que si persisten,
se morirá el amor, sin dejar huella.
¡Aplacad ese pulso repentino!,
olvidad esos yerros del pasado,
engaño o cualquier otro desatino.
No reproches el hecho perdonado,
ni des rosas envueltas con espino,
ni razones, por no haber olvidado.
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